La aparición de centros médicos y hospitales, la atención en grupos de profesionales, así
como la irrupción de la tecnología a través de la telemedicina y otros procedimientos, han
intensificado los cambios en la manera de entender la relación clínica hoy.
Paralelamente, el derecho a la autodeterminación del paciente cobra mayor importancia desde
finales del siglo XX. El paciente requiere mayor acceso a la información sobre los servicios de
salud prestados, ante lo cual emerge la obligación de informar del prestador como paliativo a
la asimetría presente en la relación jurídica y la necesidad de garantizar el respeto al derecho
del paciente a emitir un consentimiento libre e informado previo a la intervención.
La despersonalización del ejercicio de la medicina ha requerido la implementación de un
modelo integral que tome en cuenta el contexto del paciente, su familia, sistema de valores y
la planificación del cuidado de salud a largo plazo.
No es simple coincidencia la deliberada exhaustividad respecto a la regulación de la
información que se observa en los Códigos Civiles y leyes especiales que regulan el contrato
de tratamiento médico y los deberes y derechos de los pacientes en los últimos treinta años.
El deber legal de informar que debe el médico a su paciente, tanto en el ámbito autodeterminativo
como terapéutico, es transversal a las distintas modalidades en que pueden prestarse
los servicios médicos, a saber: contractual entre partes del ámbito privado; extracontractual
cuando no existe acuerdo previo entre las prestaciones mutuas; y de servicio público cuando
el prestador es un órgano de la Administración del Estado en materia sanitaria en el que la
responsabilidad corresponde a la falta de servicio de esta.
El deber de información del médico está presente en la integralidad del íter contractual. En
todos los ámbitos destaca como un deber del humanismo médico ligado a la protección de
derechos de la personalidad.
La presente investigación pretende contribuir a una sistematización del estado actual del
deber de informar del médico en la relación clínica y obtener el consentimiento informado
del paciente. Por otro lado, se busca identificar y estudiar las consecuencias de la asimetría
presente en la misma.